… a lo lejos distinguimos franjas de color naranja brillante. Por fin habíamos llegado al encuentro con la primera corriente de lava.
Big Island, Hawái por carretera en 15 días (Itinerario completo)
- Día 1-5 – Kailua-Kona y la Costa de Kohala (Oeste)
- Día 6-10 – Hawi, Kapauu, Waimea y Hilo (Norte y Este)
- Día 11-12 – Parque Nacional de los Volcanes de Hawái (Sureste)
- Día 13-15 – Captain Cook y La Iglesia Pintada (Suroeste)
Día 11-12 – Parque Nacional de los Volcanes de Hawái (Sureste)
Día 11 – El Parque Nacional de los Volcanes y la playa de Punaluu
¡Aloha! ¡Bienvenidos a Hawái!
Luego de pasar la noche en el hotel Volcano Inn en Volcano Village, unos 45 minutos al suroeste de Hilo, este día nos esperaba toda una aventura de mar y playa de arena negra, en medio de un parque nacional con volcanes activos que es considerado como patrimonio de la humanidad.
La noche anterior habíamos tenido la oportunidad de echarle un vistazo desde el mirador a la caldera del Volcán Kilauea, el más activo del mundo y uno de los cinco volcanes que conforman Big Island o la Isla de Hawái. Nuestra primera impresión fue que el parque prometía una corta pero perfecta estancia de dos días.
Parque Nacional de los Volcanes de Hawái
El Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, fundado en 1916, abarca 135,000 hectáreas desde la cima del volcán Mauna Loa, en el centro de la isla, hasta la orilla del Océano Pacífico en la parte sur.
El parque tiene unos 240 kilómetros de senderos a través de cráteres, desiertos y selvas, un par de museos, un tubo de lava a ras de suelo, petroglifos y dos volcanes activos: el Mauna Loa, cuya más reciente erupción fue en 1984, y el Kilauea, que ha estado haciendo erupción desde 1983 y ha añadido cerca de 200 hectáreas de tierra a la isla.
La gran diversidad natural del parque fue reconocida en 1980 por la UNESCO, que lo declaró como una reserva mundial de la biósfera, luego en 1987 el parque fue considerado como patrimonio de la humanidad.
La oportunidad de presenciar lo que algunos llaman “el proceso de la creación y la destrucción” de Pelé, la diosa del fuego y los volcanes, hace de este parque uno los lugares más atractivos para los visitantes y un sitio sagrado para los nativos de la isla.
La playa negra de Punaluu
Este día transcurrió principalmente en Punaluu, una de las playas de arena negra más famosas en la Costa Kau de Hawái. Situada unos 30 minutos al sur del Parque Nacional de los Volcanes y muy cerca de la pequeña ciudad de Naalehu, la costa de arena color negro azabache es un espectáculo inolvidable para la vista.
No es el lugar ideal para nadar debido a las fuertes corrientes, pero es posible bucear con tubo cuando la marea está baja. Hay una zona de picnic y servicio de baños portátiles que permiten pasar un agradable día bajo la sombra de los cocoteros que bordean la playa.
Es posible avistar tortugas gigantes tomando el sol en la playa que hacen contraste con el negro intenso de la arena y las rocas.
El día transcurrió rápidamente. Nos percatamos del paso del tiempo cuando nuestro estómago empezó a crujir de hambre. De regreso en Volcano Village, cenamos en el Thai Restaurant (el Pad Thai fue mi favorito) y nos fuimos a dormir temprano. Al día siguiente nos esperaba una aventura fuera de serie en Kalapana.
Día 12 – Kalapana y los impresionantes ríos de lava incandescente
Este día nos levantamos antes del amanecer y viajamos al poblado de Kalapana, una hora al este de Volcano Village, para ver las corrientes de lava. Tomamos la autopista 11 hacia el norte hasta Keaau Bypass Road y continuamos hacia el sureste por la autopista 130 hasta Kalapana.
Ahí nos esperaba nuestro guía a las 4:00 de la mañana, junto con una pareja que se unió al tour, para emprender la larga caminata que nos llevaría cerca de los ríos de lava incandescente. La caminata de ida y vuelta fue de unos 20 kilómetros y nos tomó alrededor de cuatro horas.
Caminamos primero una hora sobre un camino recto de grava suelta. La siguiente hora caminamos hacia la montaña sobre la roca volcánica hasta que vislumbramos la primera corriente de lava. El trayecto transcurrió en medio de la oscuridad, pero cada uno de nosotros llevaba linternas casco que alumbraban el camino justo enfrente y nos permitían mantener las manos libres.
Al cabo de dos horas, a lo lejos distinguimos franjas de color naranja brillante. Por fin habíamos llegado al encuentro con la primera corriente de lava. El espectáculo nos dejó sin palabras. Ver de cerca a Pelé, la diosa del fuego y los volcanes, fue sumamente impactante.
La lava fluía lentamente, a veces por debajo de las rocas y a veces entre sus grietas. De repente, la lava salía y se desparramaba en la superficie mostrando su color naranja-rojizo y haciéndonos sentir su intenso calor—más de 1,000 grados Celsius (ver VIDEO aquí). Luego se enfriaba y se convertía lentamente en roca, pasando por diferentes tonalidades de color gris hasta llegar a un negro azabache. Presenciamos el mismo espectáculo una y otra vez hasta el amanecer.
Por esos días las corrientes de lava no habían llegado hasta el mar. Pero dos semanas más tarde, la lava descendió por toda la montaña y cayó al Océano Pacífico. El fenómeno, que no había ocurrido en tres años, añadió unas tres hectáreas de tierra a la isla (ver VIDEO aquí).
Las corrientes de lava cubren y destruyen todo a su paso. La población de Kalapana quedó sepultada por la lava en 1990. No hubo muertos, pero se calcula que la lava destruyó más de 100 casas en solo nueve meses.
Volcano Village
Situado a solo cinco minutos de la entrada al Parque Nacional de los Volcanes de Hawái sobre la autopista 11, Volcán Village es algo más que una parada en el camino.
El poder de los volcanes se refleja en la población de todo tipo de artistas y escritores que se han asentado en este pueblo, escondido en un bosque de helechos gigantes y vegetación japonesa, donde encuentran inspiración para crear sus obras.
No tuvimos tiempo de explorar a fondo los alrededores de este pequeño, pero singular pueblo, pero vale la pena pasear por las galerías de arte o estirar las piernas después de una deliciosa comida para admirar la belleza natural de este pintoresco lugar.